jueves, 28 de julio de 2011

Sobre el lockout

Lo que se veía venir de lejos llegó y ya es, además de oficial, real: cierre patronal e incertidumbre. No voy a entrar a repasar los motivos que han llevado a esta situación ya que estos son de sobre conocidos sino que deseo plantear ciertas consideraciones que creo, según voy leyendo las noticias que aparecen en diversos medios, no siempre están siendo tenidas en cuenta.

Lo principal es no perder de perspectiva lo que un "lockout" significa básicamente: negociación. Veo en medios centrar la atención en diversos aspectos como las situaciones que se generan por el cierre patronal, las posturas de las partes o las intenciones de los jugadores NBA si la situación persiste en el tiempo. Veo cómo todas las declaraciones de los implicados se toman en consideración incuestionablemente. Sin embargo, no deberíamos olvidar que nos hallamos inmersos en una dura negociación en la que tanto jugadores como propietarios se juegan mucho dinero. Y, de este modo, deberíamos acostumbrarnos a leerlo todo entre lineas.

Me explico: cuando leo que Deron Williams se ha comprometido con el Besiktas para jugar la próxima temporada no puedo evitar sonreirme. Sin embargo, ciertos medios toman esta decisión como algo que podría ser extensible a muchas otras estrellas de la NBA y que podría prolongarse incluso en el tiempo. ¿Alguien se cree que el sueño de Deron desde niño era acabar jugando en la plenitud de su carrera en la liga turca?

Todos deberíamos ser capaces de ver más allá: ser capaces de ver que Deron ha firmado pensando en que es una estupenda medida de presión de cara a la negociación; pensando en que si otras estrellas siguen su ejemplo (véase Kobe) harán muchísima más presión para alcanzar sus objetivos en el nuevo convenio; pensando que probablemente nunca tendrá que jugar en Turquía y que si, por un casual lo hace, será durante muy poco tiempo y le servirá para mantener la forma para poder afrontar la temporada NBA con garantías.

Escuché a una de las estrellas NBA asegurar antes del término de la pasada temporada y, evidentemente del inicio del lockout y de las "tácticas de negociación", que las grandes figuras sólo se plantearían buscar equipo en el baloncesto FIBA una vez se confirmase que la temporada 2011-2012 se iba a cancelar. Ese momento podría llegar, según algunas fuentes el 23 de noviembre y, según otras, más coincidentes con lo sucedido en 1998, el 7 de enero. Es por ello que yo, hasta entonces, en las palabras de los jugadores, sólo veo envidos. O bueno, algún órdago, como el que se acaba de echar Deron.

miércoles, 6 de abril de 2011

Barça-Madrid: al borde del empacho

Cuando comenzó la temporada, allá por le mes de septiembre, una de las incógnitas de la competición era el saber si se confirmaba lo apuntado la campaña anterior sobre la supremacía de Barça y Real Madrid sobre el resto de clubes de la Liga. Lo que algunos empezaban a comparar con la Liga escocesa, en la que sólo Rangers y Celtic son candidatos al título al iniciarse la competición y el resto tan sólo meras comparsas de un concurso en el que ganador y dama de honor están decididos de antemano, aunque sin conocerse a quién corresponde cada lugar.

Ya en el mes de abril, podemos afirmar que la incógnita se va despejando y, si mucho no cambian las cosas y la LFP no se decide de una vez por todas a imponer un modelo del estilo inglés en el reparto de ingresos entre los clubes, parece que tendremos Barça y Real Madrid en la cabeza para muchos años.

Y, para continuar con esta rivalidad histórica, llegó Mourinho para poner siempre el dedito donde más escuece y donde la mayoría no se atreven a ponerlo. Y, fruto de su trabajo, tenemos servida para esta temporada lo que puede resultar un empacho de Barça-Madrid: final de Copa entre ambos, choque de Liga y, más que probablemente, semifinales de Champions, todo ello en menos de un mes. Digo empacho, porque como dice el refrán, lo bueno y breve, dos veces bueno y en esta ocasión podría ser que al no ser tan breve se quede en bueno sin más, es decir, en ordinario.

Así, quien se encargará de hacerlo extraordinario o no, de que haya empacho o no, será el propio Mourinho y el Real Madrid. Nadie duda de las virtudes futbolísticas del Barça de Guardiola y nadie duda de que estará a la altura en los grandes momentos de las tres competiciones. Pero eso mismo no se puede decir del Madrid de Mourinho que unos días parece estar en la Galaxia y al día siguiente tira la Liga contra el Sporting.

Hablo de posible empacho porque si el Madrid pierde la final de Copa dando mala imagen y pierde el Clásico en Liga de la misma manera (¿a que nadie descarta de entrada nuevas palizas del Barça?), probablemente la semifinal de Champions pierda parte de su interés y empecemos a pensar que lo de tanto Barça-Madrid no tiene ya gracia. Sin embargo, si el Madrid da la cara, quizás la cosa cambie y el mundo futbolístico gire durante unas semanas en torno a los duelos entre ambos.

Sea como sea, empacho a la vista. O bueno, bien pensado, seguro que Mourinho encuentra alguna manera de ayudarnos a hacer la digestión.